Aníbal:
Fuiste una excepción, un ser nada común,, ni en tus pensamientos ni en tus acciones. Parecías a contramano del mundo. Los que conocieron a fondo tu alma, te quisieron y admiraron. Respetuoso y admirador de la obra de Dios y coherente a tu pensamiento, fuiste solidario de corazón. No conocías el egoísmo, ni la ambición, ni el interés mezquino. Velabas por todos los seres de la tierra a los que no le escatimabas cuidados, era tan amplia tu capacidad de amar que te prodigabas a todos los que te necesitaban. Pedías “por todos y para todos” cada noche. Amabas la música como a una novia. Mirabas y admirabas el cielo con una simplicidad increíble. Austero en pretensiones, derrochabas atenciones. Compañero incondicional, amigo leal y artista comprometido, no conocías la envidia y te alegrabas del éxito de los otros. Adorabas a tu patria y a ella le escribiste con fervor. Vos que reverenciabas tanto a tus maestros, los estarás admirando. Vos que extrañabas tanto a tus padres, te habrás reunido con ellos. Te liberaste de los sufrimientos de tu cuerpo y te habrás encontrado con todos aquellos animales que salvaste y que te precedieron en la partida. A pesar de que tantas veces te sentiste incomprendido, ahora descubrirás que te amamos. Desde tu casa de 15 de Noviembre donde naciste, hoy “Solar de los ángeles”, tus compañeros animales y yo, sentimos que nos protegés desde el cielo.
“Te amo más que antes” fueron las últimas palabras que me dijiste.
Tuya siempre, mi amor
PATRICIA
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